martes, 30 de septiembre de 2014

La historia de María Jesús. Un ejemplo de mujer luchadora e inteligente.

La historia de María Jesús. Un ejemplo de mujer luchadora e inteligente.

Maria Jesús trabaja en Madrid, pero vive en Fuenlabrada.

Para ir a trabajar, pensó (como haría cualquiera de nosotros) que sólo tenía dos alternativas:
  • Ir en transporte público; haciendo varios transbordos y empleando cada día una hora de ida y otra de vuelta;
  • O coger el coche familiar.
    Como su marido no lo usa, porque lleva 4 años en paro, María Jesús podría cogerlo y sería más rápido; pero (como buen ama de casa) echó cuentas y vio que ir en coche le costaría más de 200€ al mes, y no podía permitírselo.



Ambas alternativas tenían serios inconvenientes.
Por eso, Maria Jesús no utiliza ninguna de ellas. ¡Es una chica lista, y encontró otra salida!

Sí, amigos. Las mujeres son unos seres maravillosos, con una gran virtud: ¡Hablan y hablan a todas horas!
En serio, hacen lo que nunca hacemos los hombres (por lo menos yo, que me da corte hasta preguntar el camino cuando me pierdo). Las mujeres hablan entre ellas continuamente, se interesan por los problemas de las demás y se preguntan unas a otras ¿y tú cómo haces…?

María Jesús encontró una solución por casualidad: Charlando varias madres en el cumpleaños de un compañero del colegio de sus hijos, se dieron cuenta de que casi todas tenían el mismo problema de transporte. Además, entre ellas había cinco que trabajaban en distintas empresas, pero por la misma zona de Madrid, y con horarios similares.

Se pusieron de acuerdo inmediatamente para ir las cinco juntas, en el coche de una de ellas. Cada una de las pasajeras contribuye a los gastos de viaje pagando a la conductora 40€ al mes (menos de lo que le costaba el abono transporte) y todas ahorran tiempo y viajan en coche cómodamente.

María Jesús y sus amigas encontraron la solución porque tuvieron la suerte de conocerse y de hablar sobre su problema. Pero ¿Cuántos casos existen todavía por solucionar?

En realidad, ¿Necesitas ser amigo íntimo de alguien para compartir con él los gastos de transporte? ¿O te podría servir cualquiera que vaya en tu misma dirección?

Eso es lo que debería hacer una verdadera “Red Social” (mejorando Facebook): ser verdaderamente útil a las personas para solucionar sus problemas del día a día.

Cuando estáis parados con vuestro coche en un atasco, ¿os habéis fijado en que casi todos llevan 3 o 4 plazas libres, porque circulan solo con el conductor? ¿Hasta qué punto sería posible acoplar los 4 millones de viajeros de Madrid en el millón de coches que ya circulan cada día?


Estoy seguro de que juntos podemos solucionar los problemas de muchas personas como María Jesús.