jueves, 22 de octubre de 2015

Qué necesitas y que no, para compartir un viaje en coche



La mejor forma de ahorrar en transporte es ocupar las plazas libres de los coches con pasajeros que vayan en la misma dirección. Para que esto funcione, se requiere una aplicación móvil y una nueva plataforma para compartir viajes, además de flexibilidad y participación del suficiente número de viajeros.

 

 Una masa crítica.

No basta con que haya unos pocos interesados en compartir los viajes en coche: Si sólo se apuntan tres personas, uno en Alcobendas, otro en Alcorcón y el otro en Alpedrete, difícilmente podrían compartir algún viaje.
Es fundamental una participación multitudinaria.
Tendrá que haber muchas personas que estén dispuestas a ahorrar viajando en un coche particular compartido y una plataforma que los coordine.
Cuantos más viajeros haya, más fácil será que la plataforma encuentre un grupo de personas cuyos recorridos coincidan, y pueda organizarlas para que viajen juntas en un solo coche.
Por eso, los lugares más propicios son las grandes ciudades, donde abundan los coches en circulación y cada día se mueven millones de personas.

Aprendemos de la experiencia de proyectos anteriores.

Algunos intentos de usar más racionalmente los coches han fracasado por establecer demasiados condicionantes, que impedían el acceso al suficiente número de personas, o que restringían las probabilidades de encontrar coincidencias de trayectos entre ellas.
¿Cuáles son estos condicionantes superfluos?
En realidad, para compartir un viaje con alguien…
  • ¿tenéis que ser familiares o amigos en Facebook?
  • ¿tenéis necesariamente que trabajar en la misma empresa?
  • ¿tenéis que vivir uno al lado del otro y ser estudiantes de la misma universidad?
  • ¿tenéis que salir los dos del mismo sito y llegar exactamente al mismo lugar?
  • ¿tenéis que ir juntos todos los días?
  • ¿el mismo que te lleva al trabajo, también tiene que ser el que te lleve de vuelta a casa?
  • ¿tenéis que conoceros previamente, y negociar para acordar dónde y cuándo quedáis, y cuánto dinero va a cobrar el conductor a cada pasajero?
La respuesta a todas estas preguntas es: No.

Mucho más simple.

Para que te pueda llevar un conductor en las plazas libres de su coche, solo se necesitan dos cosas:
  1. Que el coche esté pasando cerca de donde tú estás, y que después vaya a pasar lo bastante cerca de donde quieres ir.
  2. Que ambos utilicéis la misma plataforma de organización de viajes.
Eso es todo.

Eliminando los compromisos innecesarios, conseguiremos el número de usuarios suficiente, y habrá un número de coincidencias entre sus trayectos lo bastante grande, como para que cada uno tenga varias oportunidades:
  • Si un conductor (que hace regularmente el mismo viaje) llega con su coche a donde suele recoger a cierto pasajero, y ese día no está; no tiene que perder tiempo en esperarle, ni tiene por qué llamarle (da igual si el pasajero llega tarde o si hoy no viaja). El conductor sigue su camino, y probablemente llenará esa plaza con otro pasajero más adelante.
  • Un pasajero al que no le gusta el primer coche que llega, puede dejarlo pasar y esperar unos minutos a que pase el siguiente que vaya en su dirección.

La proporción adecuada.

Para que esta plataforma funcione bien, también tiene que haber una proporción entre ambos tipos de usuarios: conductores y pasajeros: El número de plazas libres ofrecidas en los coches debería estar de acuerdo con la demanda de pasajeros que necesiten transporte.
Hay herramientas para adaptar la oferta a la demanda pero, teniendo en cuenta que actualmente los coches llevan una media de tres asientos libres, en las grandes ciudades ya se da aproximadamente esa proporción.
Por ejemplo en Madrid: cada día hay un millón de viajes en coche, y la mayoría de los conductores van solos, llevando unos 3 millones de plazas desaprovechadas. Por otro lado, si contamos las personas que van como pasajeros en metro y autobús, también suman alrededor de 3 millones.
Mientras sigamos haciéndolo así, los conductores seguirán sufriendo las habituales congestiones de tráfico y problemas de aparcamiento, y los pasajeros sufrirán igualmente pérdidas de tiempo y dificultades para moverse en la hora punta.
Necesitamos organizarnos bien, para vivir un poco mejor.

¿Cómo funciona la nueva plataforma?

El conductor abre la aplicación de su móvil, confirma dónde va, las plazas libres que lleva, cuánto está dispuesto a desviarse de su ruta, y comienza el viaje en su coche.
El pasajero sale (se recomienda que vaya a la calle principal de su barrio, por donde pasan la mayoría de los coches, o a donde pararía un taxi) e indica en la aplicación de su móvil a dónde va y qué distancia está dispuesto a caminar como máximo (desde un sitio donde le pueda dejar el coche, hasta su verdadero destino).
Mientras el coche realiza el recorrido previsto, la plataforma sigue un procedimiento (yo mismo tengo desarrollado uno en fase de prototipo) que va descubriendo las coincidencias de trayectos que existen entre el conductor y los pasajeros cercanos, de forma que mantiene las plazas libres del coche lo más ocupadas posible durante todo el viaje.

Flexibilidad.

Otro concepto clave, que aumenta en gran medida las probabilidades de que se den trayectos lo suficientemente coincidentes entre conductores y pasajeros (haciendo posible el éxito de la plataforma) es la flexibilidad:
  • Los que van en el mismo coche, no necesitan tener los mismos puntos de origen y de destino de viaje. Basta con que haya una coincidencia parcial en sus trayectos; puesto que el conductor tendrá el recorrido más largo y podrá ir recogiendo y entregando pasajeros a lo largo del mismo.
  • El conductor admite desviarse un poco de su ruta (con tal de conseguir compañeros de viaje que contribuyan a los gastos) y el pasajero está dispuesto a caminar un poco (para que tarde menos en aparecer un coche que no tenga que desviarse demasiado a dejarle exactamente en la puerta del sitio donde va). El procedimiento asegura que ningún coche se desvíe demasiado, y que ningún pasajero camine más de lo deseado.



Prestaciones añadidas lo ponen fácil

La plataforma facilita todavía más las transacciones entre sus usuarios, pues también calcula la ocupación real del coche a lo largo del camino, y divide equitativamente los gastos del viaje entre las distintas personas que va llevando, ocupándose de cobrar a cada pasajero lo necesario para devolver al conductor la parte proporcional de los gastos que ha tenido en el viaje.

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